Jay Rosenblatt, 1998.
¨ Me pusieron Benito, por Benito Juárez un héroe y presidente mexicano ¨ B. Mussolini.
Ejercicio documental de apropiación. Exploración psiquiátrica de los cinco dictadores mejor conocidos popularmente, mediante una narración de su vida personal. Desenterrando y exponiendo con todo y su polvo a estos personajes, aún no sé si la finalidad es mostrarlos como personas ó mostrar la ignorancia que tienen hacía la humanidad, dejándolos ver como animales.
Los recursos cinematográficos a los que recurre Rosenblatt, son solo cortes de un señor cavando un hoyo en la tierra, ¿ Acaso será ese personaje al cual no identificamos, la humanidad que esta cavando su propia fosa común?. Otro recurso es doblar la narración en inglés encima de original de cada imitador de voz, para cada dictador, mostrando una memoria cristalizada en la voz e imagen de cada personaje. Intervención de sonidos en las imágenes expuestas ó repetición de tics o gestos de los dictadores.
Confesiones de ultratumba
Comenzamos con el mas popular de todos y responsable de la Segunda Guerra Mundial, Adolf Hitler y su bigote, que tenía amantes por doquier, adorador de la música clásica, cinéfilo y adorador de Leni Rifenstahl no solo por sus películas..., comía fideos y chocolates, hipócrita en los vicios como el cigarro, el alcohol y el café. Mantiene una relación amorosa con su sobrina de 16 años.
Toca el turno de confesar a Iósif Stalin y su sombrero. Tomaba diario una botella de vodka, se realizaba pedicure y manicure semanalmente, ya que no soportaba que la gente no cuidara de su higiene personal, en especial de los hombres a quienes no les daba la mano si estos traían las uñas largas; mantenía relaciones amorosas con varias mujeres.
Pasemos a Francisco Franco. Su vida en el campo y su matrimonio perfecto de años.Su hobbie de cazar codornices, cuando el pueblo español sufría una guerra civil, creo que me recuerda a alguien... claro a Bush Jr. cuándo según en el estaba trabajando en su hobbie de matar patos, mientras miles de personas morían en Irak por su culpa.
Benito Mussolini desea la palabra. Así como deseaba a otras mujeres aparte de su esposa o deseaba, anhelaba su hobbie favorito el momento de sentarse frente al televisor e idiotizarse, más. Alcohólico y capaz de saber la reacción del pueblo italiano.
Y por último pero no por eso menos importante, Mao Tse Tung y su cuello. Sucio, no cuidaba de su imagen personal, no se bañaba alegando - Que para que bañarse si al penetrar a sus amantes ellas lo limpiaban-, ninfómano, harto de las actividades diarias, irresponsable, mal hablado, ignorante.
Asqueada de tanta información acerca de la personalidad de cada uno, el documental logra el objetivo de odiar o tratar de comprender los actos de estos dictadores, pero no deslindarlos de las responsabilidades que conllevaron sus decisiones a la humanidad.
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