Frederich Wiseman, 1996.
Un documental que nos enseña la mirada a un espacio, no solo de la construcción sino también sobre la situación que se vive dentro. Es el retrato de un getto de gente negra en Chicago, Eu. y como llevan su vida diaria dentro de su comunidad, en los patios, jardines, calles, pasillos, etc. La cámara siempre nos regala planos abiertos y americanos a planos medios para poder darnos cuenta del contexto en donde viven y las actividades que realizan para después acercarnos al personaje y así lograr una conexión o empatía por estos mismos.
Una de las escenas que llaman mi atención es la de una pareja de policías de color, molestan a una joven que va caminando con una bolsa de plástico, uno de ellos se la quita y revisa sus pertenencias en lo que el otro policía le pregunta si lo que esta fumando si es un cigarro, insinuándole que de seguro trae droga con ella. La crítica a la que quiere llegar Wiseman es que esta pareja de seguridad debería estar buscando a las bandas de jóvenes que le roban a su propia comunidad, en vez de solo estar molestando y sospechando de una chava que no esta afectando a nada ni nadie.
Después de presentarnos el exterior de esta comunidad de gente de color, el director nos muestra los interiores de este conjunto de departamentos sociales, como el de una anciana que corta lechuga con las manos para preparar la comida y que al mismo tiempo le arreglan el lavabo del baño; la cámara puede ver la cocina, la sala y el baño en un solo encuadre, otro ejemplo es el de una señora de gran peso en su cocina a la cual el mismo muchacho que le arregla a la anciana, ahora le explica y le arregla la estufa y el gas de la pequeña cocina, ellos tienen una discusión acerca de como esta acomodada su cocina y cuales son los peligros que puede pasar ella y su familia y pero la señora solo le dice -ok- y le da excusas del por que esta arreglado de esa forma su pequeña cocina.
Un gesto por parte del director es dejar en el documental un Camión de helados el cual nadie hace caso pero adorna los departamentos sociales con su pegajosa y chocante melodía y que cada vez que la pone es para entrar a otra situación dentro del documental, es decir que funciona como un pequeño intermedio visual.
A lo largo del documental vemos las juntas comunales con las personas representativas de cada edificio, en estas discuten sobre el presupuesto para la comunidad, soluciones para combatir la violencia y robos sabiendo que los delincuentes son sus propios hijos, como mejorar el sistema, la educación y escuelas en la comunidad y del trabajo para ayudarse unos a otros.
En conclusión es la experiencia de la condición humana y la pobreza.