Glas, 1958.
Un pasaje a través del proceso del vidrio, mezclando a los artesanos con música jazz y a las maquinas con sonidos industriales y música creando un ambiente de robótica.
Al ver las imágenes de como soplan, envasan y le dan forma al vidrio me hizo sentir en una especie de baile juguetón pero romántico que va al ritmo de la música, siguiendo el proceso sutil y un tanto artístico del proceso en ese ambiente con la luz baja y calurosa. Aunque el ambiente caluroso sigue en la contraparte del proceso, está no te hace sentir esa extrañeza y curiosidad ya que todo el proceso trae un resultado igualitario, es decir las piezas de vidrio no tienen su propio ser ó personalidad.
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